martes, 23 de octubre de 2012

Modelo TARGET.

He encontrado una página Web, en donde la mayoría de su contenido me ha llamado la atención por lo interesante que resulta. 
Especialmente en este enlace, se trata y se trabaja el tema de la MOTIVACIÓN en el aula. 
Por un lado, la página nos explica que existen diferentes modelos teóricos que hablan sobre la motivación. Os pongo resumidamente los que aparece en cada uno de ellos: 



  • Modelos organicistas:

Estos modelos son evolutivos y enfatizan el desarrollo. El bebé empieza manifestando sus necesidades primarias y a medida que progresa, se le van presentando nuevas necesidades de manera que podrá ir avanzando hacia la felicidad y la autorrealización. En la educación, se plasma en su interés por centrarse en las etapas evolutivas del individuo. Y la motivación como intervención ocupa un lugar marginal en tanto que el ser humano tiene, en forma congénita un impulso hacia el cambio y el progreso, el papel de lo educativo es alimentar esta tendencia natural y evitar que se pierda. 


  •  Modelos contextualistas:

Acepta un fuerte marco genético pero valora la experiencia social del sujeto. La educación no avanza si los conocimientos que se presentan a los alumnos están muy alejados de sus habilidades, el clima social del aula comienza a ser relevante, también las funciones y las actividades. Lo motivación ocupa un papel importante.  


  • Modelo Socioeconómico: 

La transición desde el plano inter al intrapsicológico es denominada internalización y este proceso se da dentro de lo que se denomina Zona de desarrollo próximo. Se afirma a partir de aquí, que la enseñanza efectiva es la que se sitúa en la ZDP y fuera de ella, se produce frustración o aburrimiento. 

La verdad, es que nunca había oído hablar de estos modelos, pero estoy completamente de acuerdo con  lo que dice cada uno de ellos.


 Después de esta explicación, se desarrolla la teoría sociohistórica y su respectiva motivación.  Y a continuación, nos encontramos con el modelo motivador del que os quiero hablar. Se trata del modelo TARGET. 
Este modelo, nos dice que para motivar tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos: 

Tarea : Esta dimensión refiere a la selección y presentación de las tareas propuestas por el profesor en función de los objetivos curriculares. Estructurar las clase de forma multidimensional favorece la percepción de autonomía por parte del alumno y facilita la percepción de la tarea elegida como más interesante. Las actividades de dificultad intermedia son las que más favorecen la motivación. Finalmente, cabe observar que si las tareas se presentan refiriéndose al producto final, entonces facilitamos la reflexión sobre el proceso y la motivación. Esto supone una fragmentación de la actividad. 

 Autoridad: El punto relevante es determinar el modo en que deben articulares los aspectos relacionados con el manejo de la autoridad en la clase para que contribuyan a una mejor motivación por el aprendizaje. Existen pues profesores muy permisivos, otros autoritarios y finalmente otros que siendo democráticos o colaboradores logran de manera indirecta un buen control de la clase. 

 Reconocimiento:  El elogio cuando es dado por una figura relevante tiene poder de reesfuerzo, no obstante  es importante considerar qué se elogia y cómo se hace. Lo deseable, sería que el profesor elogie el esfuerzo y el progreso personal insistiendo en los errores que son parte del proceso de aprendizaje. El elogio en público favorece la aparición de las comparaciones entre alumnos dentro del aula lo cual promueve un esquema relacionado con el lucimiento y no con el aprendizaje, esto es diferente cuando la información elogiosa se realiza en privado.

 Grupos: Trabajar en cooperación con otros compañeros tiene ventajas motivacionales desarrollando el patrón de motivación por aprendizaje frente al de lucimiento. Además resulta terapéutico para los alumnos que han desarrollado miedo al fracaso. 

 Evaluación:  Existen diferentes criterios con sus respectivas consecuencias motivacionales: 

•  Dimensión norma criterio: El hecho de dar a los alumnos información normativa sobre su rendimiento favorece la percepción de que este es dependiente de una única capacidad (la inteligencia?) 
•  Dimensión proceso producto: Si la evaluación se centra en el producto final, sin considerar el proceso hace que el alumno se centre en el nivel de ejecución y no en la totalidad de proceso. Si fallara, intentaría hallar excusas que salvaran su autoestima o se dejaría llevar por el miedo al fracaso. El componente del esfuerzo frente al de la habilidad permite incrementar el rendimiento en los segundos intentos. 
• Dimensión pública privada: El clima de competencia se da cuando se favorecen las comparaciones. La información privada si se hace en relación a los criterios y dando información sobre el proceso, centra su atención en el trabajo personal y en el modo de superar posibles errores en su propio proceso de aprendizaje. 


Tiempo: Controlar con cierta tolerancia los tiempos medios para la resolución de tareas suele ser conveniente sobre todo en el caso de los alumnos más lentos que suelen ser los de más bajo rendimiento. Se trata de hacer asignaciones de tiempo especiales para estos casos sin alterar el ritmo de la clase.


En definitiva, he querido realizar una entrada únicamente de la motivación porque me parece algo importantísimo y creo que sigue siendo una tarea pendiente para muchos de los profesores. 
La motivación da lugar a resultados. 
Y es que, una de las cosas por las que un profesor se puede sentir muy orgulloso, es ver que sus alumnos comienzan todos los días su clase, con muchísimas ganas. 







Fuente: http://educacion.idoneos.com/index.php/344742



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