domingo, 14 de octubre de 2012

¡ AccióN !

No sé cómo transmitiros lo bien que me sentí ayer por la tarde. Supongo, que es algo complicado hacer sentir a los demás ese mismo orgullo y felicidad que me provocó  el poner en práctica algo que la profesora de Literatura Infantil, nos está enseñando en estas semanas.

La otra tarde como bien acabo de decir, fui a visitar a mis tíos y me encontré sentada en el sofá, a una niña que sin miedo se nos presentó  a todos nosotros. Se llamaba Paola.
Yo extrañada al igual que  mis padres por saber de dónde había salido aquella niña, preguntamos a mi tía de quién se trataba. Y nos dijo que era la hija de una compañera de su trabajo.

A raíz de que  Paola una niña bastante extrovertida ya nos conocía a todos, sintió una cierta complicidad hacia a mi , que la hizo estar toda la tarde entretenida.
Y no sé  si será por la gran vocación que siento  por esta profesión, que al enterarme de que tenía 7 añitos recién cumplidos después de haber estado las dos un buen rato dibujando y hablando, se me ocurrió una idea para que no se aburriese.

En ese momento, pensé que la adaptación que teníamos que hacer del cuento de “ La princesa y los 7 bandoleros “ ya la tenía terminada en Word y me acordaba de todo lo que pasaba en mi historia. Así que sin conocer nada más que de un rato a Paola, me atreví a  transmitirle de forma oral  mi cuento.

No os voy a negar que  al principio dudé si hacerlo o no, porque tenía miedo de equivocarme, de perderme en los diálogos o de notar en su cara que mi cuento no le estaba gustando, pero fue ahí, justo en ese momento, cuando  recordé tanto los comentarios en este blog, como los consejos que Irune nos dice en clase, acerca de lo bueno que es contar un cuento a un niño tenga la edad que tenga.
Ellos siempre se van a sorprender. Y se encargarán de imaginaran y sacar sus propias conclusiones.

Sin más tardar, la dije que el cuento iba a comenzar. Pero antes de que pudiera mencionar la primera palabra, ya me estaba preguntando curiosa de qué trataría  porque nunca había escuchado el título.
Empecé mi historia,  e intenté interpretar gesticulado para que la historia le resultase más atractiva.Pude sentir que durante el cuento, su cara me transmitía ilusión. Le estaba encantando, y a mi mucho más por saber que aunque no sea aún una profesional  y quizá, no haga  al cien por cien las adaptaciones, el hecho de estar contándole a  Paola un cuento que nunca había escuchado,  le estaba gustando muchísimo.

Con esta entrada, os quiero decir que he podido poner en práctica una de las cosas que más ganas tenía de hacer. Y la verdad, es que quiero aprender técnicas y estrategias para saber contar las mejores de las historias y cuentos a niños,  ya sean del primer o tercer ciclo.
He podido comprobar que cuando cuentas un cuento, el receptor  es capaz de imaginar y de volar. Puedes ver en sus caras, los cambios de expresión dependiendo de las cosas que estén ocurriendo. Y  para mí, el hacer soñar a una persona  es algo precioso y enorgullecedor.





Cosas como estas, son las que me hacen darme cuenta de que cada día, me gusta más mi futura PROFESIÓN.

5 comentarios:

  1. Con esta entrada tengo unas ganas enormes de leer tu adaptación!!! Que bonito es sentirte así :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja!
      Gracias Irene. La verdad, es que tengo muy claro que no soy experta, y lo más seguro que a mi adaptación le falten muchas cosas para estar completa... pero yo me lancé y a Paola la encantó.
      :D

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Una entrada muy bonita Aroa. Me parece genial que te lanzaras y le contaras tu propia adaptación a esa niña. Ya sabes que es muy entretenida y que vales para contar cuentos.
    ¡Estoy segura que aprenderás mas estrategias!

    ResponderEliminar
  4. ¡Enhorabuena! ¡Ya te has convertido en maestra! Ya has transmitido y has emocionado a una niña. Tienes que estar muy orgullosa de que tu primera adaptación haya tenido público tan pronto y que hayas recibido el mejor de los premios: la sonrisa de un niño.
    Te la anoto, por supuesto.

    ResponderEliminar