domingo, 21 de octubre de 2012

Hay Consejos Para Todo y Para Todos....

Según estudios de psicología y recordando lo que Jesús Alcoba , profesor de la Universidad La Salle (Madrid) nos decía en el primer año de carrera, sobre cómo enseñar las reglas de lo que está bien o lo que está mal a un niño, hago memoria y recuerdo que lo adecuado y lo que funciona es no decirle lo qué está mal si no lo que está bien y por lo tanto, lo que sí se debe de hacer.

Por ejemplo: Si un niño coge y tira un juguete contra el suelo o contra un objeto que se pueda romper… en vez de decirle gritándole: ¡No hagas eso! ¡No lo tires! Que son expresiones que indican lo que no debe de hacer… deberíamos de utilizar expresiones de lo que está bien. Porque los niños, no saben las cosas que se deben hacer… somos nosotros los responsables de enseñárselas.
Y aunque se les regañe, que se haga con esa mentalidad.

Esto mismo, ocurre on la lectura.
Si un educador, o mismamente, los papás y mamás dan a sus hijos “Consejos” negativos que estén relacionados con la lectura, los más pequeños nunca se darán cuenta de lo bueno que es leerse un libro de vez en cuando.

 En una página llamada “Tú circulo para papás” he encontrado una serie de consejos que pueden ser los responsables de que el niño aborrezca la lectura.

 1. Obligarle a leer. La animación a la lectura difícilmente se consigue por imposición. Obligándole, sólo conseguirás la reacción adversa: que se aleje de la lectura y la viva como un castigo o una tarea desagradable. A leer se invita, se motiva, se seduce; nunca se impone. 

 2. Obligarle a acabar el libro que empieza. Si no le gusta el libro que ha comenzado, ¿por qué no lo puede dejar? Se trata de que se enganche a la lectura no de que lea libros, sea como sea. Si éste no le gusta, deja que pruebe con otro. Quizás dentro de un tiempo esté preparado para retomar el que acaba de dejar a mitad. 

 3. Revestir la lectura de una connotación negativa: Frases como "Te dije hace 15 minutos que apagases la tele, estás castigado; vete a tu habitación a leer" o "Hasta que no acabes ese capítulo no hay ordenador" son perfectas para que tus hijos aborrezcan los libros. 

 4. Presionarle para que lea libros que no le atraen o para los que no está preparado. Si a tu hijo le gusta la fantasía, ¿por qué te empeñas en ofrecerle libros de batallas navales o de la Segunda Guerra Mundial? En lugar de decirle: "Hazme caso, este libro te gustará, yo lo he leído y es estupendo, no seas cabezota", hazle caso tú a él y respeta sus gustos. 

 5. Tratar la lectura como una asignatura escolar. Deja de diseccionar su libro, de preguntarle sobre los personajes, sobre el argumento, sobre sus valores... ¡pareces su profesor en lugar de su padre! Tiene derecho a leer disfrutando y no analizando cada párrafo para luego pasar tu examen. 

 6. Compararlo con otra persona lectora. "Si leyeras tanto como María, no sacarías estas notas". "Yo a tu edad leía un libro a la semana". "Deberías pedirle libros a Carlos, porque él sí que es un buen lector y te ayudará". Estas son las frases perfectas para que decida rotundamente no volver a abrir un libro. 

 7. Aceptar que a tu hijo no le gusta leer y dejar de motivarlo. La lectura es lenguaje, comunicación, y como tal necesita un proceso natural que es necesario respetar. Si tu hijo no se ha enganchado a la lectura todavía, no tires la toalla. Quizás necesita más tiempo para madurar, quizás no ha acertado en la selección de los libros... Ten paciencia y no abandones. Si lo haces, tu hijo también lo hará. 



Si quieres contagiar al niño el “VIRUS” de la LECTURA, intenta evitar cosas como esas.





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1 comentario:

  1. Estupendo para ti como futura maestra y madre y estupendo también para que enseñes a los padres de tus alumnos a no cometer errores en el tema de la lectura. Me gusta que relaciones lo que vas aprendiendo por tu cuenta con lo que has ido aprendiendo en las asignaturas de magisterio. Te lo anoto.

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