¡Eso ES!

No sé si habréis visto la película del “Club de los Poetas muertos”. Pero yo cuando la vi no hace mucho tiempo, me hizo reflexionar. Y si antes consiguió hacer que recordara a mis buenos profesores, mucho más me hace pensar y reflexionar ahora, que estoy valorando y rechazando lo que no está bien en la enseñanza.

La película Del Club de los Poetas muertos,  protagonizada por Robin Williams, narra el encuentro de un profesor de literatura con un grupo de estudiantes durante 1959 en una prestigiosa y conservadora academia. Ganó un Oscar al mejor guion original. 
Muestra como los alumnos de ese colegio, están aburridos por el ritmo que los profesores llevan en las aulas. Siempre es lo mismo, no hay variaciones en nada. Están totalmente desmotivados.
 Pero la cosa cambia cuando llega al colegio un profesor sustituto de Literatura, que a pesar de costarle mucho que los alumnos se adapten a su nueva forma de dar clase… consigue sacar lo mejor de ellos y hacer que los alumnos revivan ese club de los amantes de la poesía, al que llaman: EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS. (Un club del que formó parte ese profesor sustituto)
El profesor se encarga de que adoren las letras, consigue hacerles soñar, y finalmente, se dan cuenta que lo que ellos han querido siempre, es haber tenido un profesor como ese, durante toda su enseñanza.

Os dejo aquí dos vídeos de la película, para que los veáis y penséis sobre qué tipo de profesor queréis ser. Si como el sustituto, o como el profesor del segundo vídeo, que aparece cuando el de literatura acaba la sustitución y vuelve para ocupar su puesto.




El profesor consigue que uno de sus alumnos se quite la vergüenza de encima, y reconozca que todos, aunque nos cueste, llevamos un POETA DENTRO.

En esta escena, podréis ver reflejada un poco la metodología del antiguo maestro y como los alumnos, le dan las gracias al profesor que les hizo soñar y valorarse por un tiempo.

Yo tengo claro, que quiero ser como Robin Williams es, en esta película...

Una vez más, y cada vez más y más convencida... digo que tenemos que darles a nuestros alumnos lo mejor de nosotros mismos. Nuestra herencia debe de ser esa: LO MEJOR.
Sin embargo, todos sabemos que dar lo mejor cuesta, es difícil, nos lleva tiempo... pero ¿y qué mas da? 
En el primero de los vídeos, y aunque no se aprecie demasiado porque es una escena que dura poco, ya nos hacemos una idea de que el profesor se ha ganado a los alumnos. Les ha motivado, y ha conseguido sacar algo de ese alumno, que ningún otro profesor había conseguido antes. 
Yo, quiero conseguirlo también.
Porque ese es nuestro trabajo, pero vuelvo a decir y a repetir, que para poder conseguirlo tiene que existir previamente una VOCACIÓN Y POR LO TANTO, UNA PROFESIONALIDAD.