jueves, 8 de noviembre de 2012

Dulces, generosos... ¡ SON GENIALES!

Un horario idéntico al que tienen el resto de los profesores, te permite darte cuenta y observar muchísimas cosas. 
Algunas de ellas malas, como por ejemplo que te toque separar a dos niños de 6º de Primaria porque se quieren pegar... otras regulares,  pero también otras FANTÁSTICAS.

Dicen los profesores que ellos temen que llueva porque es cuando más jaleo se monta en el Centro. Pero yo sin embargo, estando ahora de prácticasdisfruto hasta con el ruido y escándalo que montan muchas veces.
Es aquí, en momentos como esos, entre todos los alumnos, cuando puedes observar cómo se comporta cada uno. Te permite ver más allá de la apariencia, te permite conocer a la persona y ver cómo es su relación con el entorno.

Esta mañana de lluvia, he tenido una sensación buenísima mientras vigilaba mi clase, la clase de 5ºB. 
Unos corrían y hacían un poco el bestia, otros con los ordenadores, una pareja jugaba al Ajedrez, dos niñas dibujaban, etc. Pero... al fondo y en la parte izquierda de la clase me doy cuenta que hay dos alumnos hablando. Desde la situación en donde yo me encontraba, me era imposible ver mejor lo que hacían... y la verdad es que me ha entrado tanta curiosidad por saberlo, que me fui acercando con disimulo. 
Quizá, os suene esto a que soy una cotilla, pero me estaba dando la sensación que uno de los alumnos le estaba ayudando al otro.
Cuando ya he sido capaz de ver un poco más lo que ocurría, me encuentro con que uno de ellos está llorando pero el compañero le estaba dando un abrazo y diciéndole que no se preocupara, que aunque le vayan a  castigar o regañar por la nota de la profesora en el cuaderno, él le iba a ayudar. 

Ellos notaban ya mi presencia y ha sido entonces cuando me han dicho lo que ocurría. A uno de ellos la profesora le había puesto en el cuaderno que tenía que mejorar y tenía miedo a que la mamá o el papá de este, le regañara. 
Yo después de escuchar lo que pasaba, he preferido dejar que el compañero del que estaba llorando le hablase. Y esto ha sido lo que le ha dicho: "Venga no perdamos más tiempo. No importa que me quede sin recreo. Te voy a ayudar a pasar a limpio esta hoja y así tu madre no te regañará tanto"

Realmente me ha dejado sin palabras. Me he sentido muy bien oyendo esa respuesta. El alumno se estaba ofreciendo a ayudar al compañero sin importarle la hora de descanso.
Sin más, yo le he secado las lágrimas al alumno que estaba llorando y con una sonrisa, les dejé y volví a pasearme para vigilar los pasillos y alguna que otra clase más.


Con estas cosas, me doy cuenta de la bondad que pueden llegar a tener estas personitas. 
No esperaba escuchar aquellas palabras. Y la verdad es que me he sentido muy bien, más feliz de lo que ya estaba.

Os quiero dejar este vídeo que ví por YOUTUBE y que me encantó. 
Ahora... ya sé que los niños pueden hacernos ver  y saber,  que muchas veces, ellos son capaces de comportarse mejor que nosotros los adultos.






Cada díadisfruto y aprendo más. 
¡Y sí antes ya  tenía claro lo del ser "PROFE" ahora ya sí que nadie podrá hacerme cambiar de opinión!




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