miércoles, 26 de diciembre de 2012

Creando, también SUEÑAN.


Y aquí va la quinta y última reflexión de esta asignatura. 
Con el título de  creación literaria, establezco una valoración personal que hable de la materia y a la vez,  de algo que tenga una relación con lo vivido durante las prácticas.

Creo y por lo tanto considero, que una de las mejores maneras para empezar, es haciendo referencia a la parte teórica pero significativa que establecimos en el aula de la Universidad.
Mayoritariamente, tengo que decir que comenzamos y sobre todo nos centramos en hablar de nuevo de los tres tipos de géneros  que podemos encontrar en la Literatura. Esta vez, en vez de relacionarlo con la lectura, Irune nos dirigió con ello a la explicación de la actividad obligatoria que tuvimos que hacer en este bloque número cinco. (Creación de texto en prosa, verso y diálogo teatral con estrategias correspondientes)
Además de esto, avanzamos un poquito más y dedicamos unas dos sesiones a recalcar algo verdaderamente importante pero que sin embargo, es uno de los muchos errores que los profesores, siguen cometiendo a la hora de trabajar con los alumnos la creación literaria. Con esto que acabo de mencionar, me refiero a los problemas de la REDACCIÓN. Concepto del que más adelante hablaré.

Sin extenderme más en recordar la parte teórica que se trabajó en clase antes de comenzar las prácticas, me adentro en hacer una pequeña referencia a la actividad obligatoria de este último bloque temático.
Como ya he mencionado, la actividad consistió en realizar una  creación literaria con  los diferentes tipos de géneros que conocemos en nuestra Literatura y a su vez,  eligiendo la estrategia que más nos llamase la atención. Con esto,  tengo que decir que disfruté muchísimo al igual que con el resto de las actividades seleccionadas como obligatorias en el resto de los temas.
Sé perfectamente que en  escribir quizás no destaque  pero sobre todo sé,  que sí me mandan algo muy específico que no me ofrezca salidas diversas en  las cuales poderme apoyar y desarrollar mi imaginación, destacaré mucho menos. 
Sin embargo, esta actividad consistía en escribir pero con la libertada de escoger la estrategia que más llamase la atención al estilo personal y a partir de ahí, era libre el sueño que cada uno se quisiera inventar.
Es aquí, cuando ya me atrevo a decir que sí yo he experimentado en mis propias carnes que sí te ofrecen muchas técnicas e ideas sobre lo qué escribir, todo sale mucho más fluido y además se hace con ganas. Por lo tanto, con nuestros alumnos  también tendremos que hacer lo mismo.
Sí queremos que escriban y que disfruten haciéndolo, necesitarán saber algunas estrategias o formas de hacerlo que les haga ver que se trata de algo divertido y a la vez importante.  Porque escribir, es otra de las competencias lingüísticas en las que los profesores siguen cometiendo muchos errores a la hora de fomentarla.
A continuación, os quiero contar aunque ya está mencionado en otra de las entradas, que con una  de las clases de quinto en donde mi tutora imparte las asignaturas de Lengua y Matemáticas, trabajé por un lado el texto en prosa que me inventé utilizando la estrategia de “conjuros”. El concepto de qué es un texto en prosa, el cuento y que partes tiene, lo habíamos estudiado y trabajado anteriormente porque siguen más o menos la misma estructura que el libro de texto, sin embargo, les encantó oír una historia nueva y sobre todo, disfrutaron muchísimo al saber que después, una de las actividades que realizaría en la animación a la lectura de la pequeña historia, sería el diseño y composición de las ilustraciones del cuento.
Y  ya por otro lado, con alumnos de alternativa también del mismo curso que los niños del trabajo anterior, se inventaron el diseño del texto escrito en verso  realizado con la estrategia de “poema de preguntas y respuestas”.
Esto último lo hice en una de la clases de por la tarde que duran 45 minutos, de los cuales, no sobró ni un minuto ya que se tiraron toda la hora decorando el poema (ya colgado en fotos en la entrada de la actividad correspondiente a este tema).
A mí me hubiese encantado hacer uno con ellos, pero no todos los niños estaban en este momento ya que algunos se van a Religión y el tiempo es muy escaso. Pero aún así, estoy muy conforme porque me han dejado trabajar en el tercer ciclo y en primero y segundo de primaria, la animación a la lectura que yo diseñé además de permitirme contar  la adaptación a estos mismos niños, actividad que me encanta y me encantó  y de la que salí muy orgullosa y feliz por saber que les había gustado.

Retomando los géneros literarios de los cuales hemos tenido que trabajar, me queda por comentaros en qué utilicé el diálogo teatral que creé con la estrategia de “yo soy”.
Aprovechando que los alumnos tenían que recordar más que aprender de nuevas lo que es el diálogo teatral y todo lo que este incluye, imprimí el diálogo que me inventé para que después de explicarles el apartado teórico, se divirtieran representando con una previa preparación el guión y así, reforzaran e interiorizaran mejor los conceptos.

Después ya de haberos  contado todo lo que  yo hice y trabajé con los niños en relación a este tema, considero necesario hablar de lo que el colegio propone a los tutores o profesores de la asignatura de Lengua para que los alumnos trabajen la creación literaria.
Y es que, gracias a la buena disposición de mi tutora Mari Luz, decidieron entre todos que ya que yo estaba de prácticas, el trabajo relacionado con la escritura,  se haría en ese periodo para que yo lo pudiese ver. Como me supongo que harán en muchos colegios, el tema de una libre creación literaria, estuvo orientado a que los alumnos hicieran un cuento  o texto narrativo sobre la navidad.
Me acuerdo a la perfección lo que pasó en el momento de la explicación. 
Los niños preguntaban alterados que cómo tenían que empezar, y decían a voces que ellos no tenían imaginación. Por lo tanto, ahí fue cuando me di cuenta de que los niños no trabajan esta competencia y que cada cosa que hacen, es mediante una guía que su profesor les marca. Por eso,  a la hora de que ellos solos tengan que hacer algo, se ven completamente perdidos.













Sin más tardar, al oído le dije a mi profesora que si les podía dar una pista ya que justo en ese momento, me acordé de otras de las estrategias que Irune nos proporcionó en Luvit.
Por lo tanto, les propuse a los niños que eligieran tres palabras diferentes para apuntarlas en la pizarra, y a raíz de esas ya podrían construir la historia.  (Las palabras que me dijeron fueron: Árbol, familia, vacaciones)

Cuando la clase finalizó, pregunté de nuevo a mi tutora sobre este tema de las estrategias y me admitió y reconoció que ella no sabía mucho sobre demasiadas técnicas para la creación literaria además de las que ya vienen en el libro de texto (planteamiento, nudo y desenlace) y aunque este orden  que sirve para estructurar todo lo que se escriba es importante que los alumnos lo sepan, mi tutora  reconoce que se siente un poco perdida con ellas, y me comunicó de nuevo que en un tercer ciclo, le resulta complicado pararse a realizar muchas actividades de este estilo  por falta de tiempo, ya que está obligada a seguir  en la mayor parte de lo posible,  el libro de texto.
Sin embargo, me dijo que el que nosotros ya estemos aprendiendo estas técnicas, es una buenísima además de necesaria idea. Porque a pesar de que ella sabe que puede hacer muchas cosas bien como el haber escogido esta profesión por  vocación o el volcarse con los alumnos muchísimo e intentar sacar lo máximo de ellos, por otro lado también sabe, que hay otras cosas en las que se debe renovar y conseguir motivar más a los niños. Y es que, ella ya tiene claro que teniendo y utilizando adecuadamente los recursos los niños querrían escribir muchísimo más de lo que hacen habitualmente, porque ya tenemos aprendido que no hay nada mejor que sentir que tienes la libertad de escribir lo que en ese momento determinado quieras.

A continuación de esto, recuerdo que Mari Luz además de decirme que lo comprendía a la perfección, me comunicó que quizás ella siente que  se vuelca más en la lectura que en este tema de la escritura. Simplemente se empeña en que cada vez los alumnos vayan teniendo menos faltas, pero no por esto, retira de su boca el haber dicho que le parece importante conocer técnicas.

Otro de los temas que considero necesario para hablar en esta reflexión teniendo en cuenta lo que he vivido durante las prácticas, es el tema de las REDACCIONES.
Para empezar, voy a plasmar en esta entrada lo que se explicó de manera resumida en una de las clases de la Universidad:
Dijimos que la palabra redacción en la creación literaria, no definí  nada que fuese más allá de la coherencia y cohesión.
Por lo tanto, Irune nos explicó que teníamos que tener claro lo siguiente:

-              -  Está  prohibido decirles a los niños “hay que hacer una redacción”. Ya que con eso, no les estaremos especificando ni definiendo nada.

-         -  Los actos de creación como tales, son todos perfectos en sí mismos. Cuando un niño cree algo, siempre se le tiene que dar refuerzo positivo.

-         -  No se debería  poner en las redacciones de los alumnos una nota numérica porque es un escalón más para aprender. Pero sí corregir la ortografía siempre y cuando previamente, se le haya comunicado al alumno que además de evaluar su creación, evaluaré también su ortografía.
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-         -  No se le deben de hacer repetir las redacciones, si no decirles que seguro que para la próxima vez, debe de intentar cometer menos errores o por lo menos que intente no cometer los mismos.

-          - Siempre debemos ejemplificar. De este modo al alumno no le quedará ninguna duda de cómo hacerlo. Por ejemplo, debemos decirles “vamos hacer una descripción” por lo tanto les tendremos que explicar que es lo que importa y abunda en este tipo de textos y antes de que ellos se pusieran manos a la obra,  tendría que poner yo un ejemplo con alguna descripción divertida, para que vean que será algo divertido y no aburrido.

Una vez  terminado el resumen de la parte teórica que aprendimos en la Universidad, tengo que decir que en la práctica sí que alguna vez escuché a mi tutora mencionar la palabra redacción a los alumnos. Sin embargo, aunque lo diga sí que especifica y ejemplifica lo que quiere para la actividad. Pero a pesar de esto, los alumnos siguen diciendo que no saben muy bien que escribir o cómo empezar.
Pero por otro lado, a la hora de las correcciones  hace que los alumnos lean en alto lo que han creado, y cuando el alumno ha finalizado, ella les felicita pero después  les dice lo que deben y pueden mejorar para la próxima vez.
Por lo tanto, me alegra el hecho de saber que mi profesora, cumple casi todos los guiones que anteriormente os he expuesto en esta entrada. Es una profesora, que no manda repetir las creaciones que los niños hacen algunas veces en las clases de Lengua. Tampoco corrige las faltas ortográficas sin antes decirles que tengan cuidado con ellas porque las va a evaluar. Y siempre ejemplifica e intenta explicarlo lo mejor posible, aunque falte el conocimiento de algunas estrategias y ejemplos con las mismas que haga que los alumnos sepan por donde ir.

Y ya para finalizar esta quinta reflexión, me queda muy claro lo importante que es saber y conocer técnicas o estrategias que faciliten y motiven a los alumnos a escribir cosas realmente sorprendentes.
Es cierto que mi tutora no conoce demasiadas. Tan sólo sabe que los alumnos tienen que tener claro que lo que escriban debe de tener un orden, por ello explica los conceptos del planteamiento, nudo y desenlace. Sin embargo, a pesar de este “punto negativo” hacía mi tutora por no estar muy al día con las estrategias, le doy un “punto positivo” que equilibra la balanza por respetar los guiones y aspectos que hay que tener claro con las redacciones.
Pero a pesar de que mi tutora esté equilibrada y mayoritariamente se caracterice por ser una increíble profesora, sé que lo que tenemos que conseguir la generación que actualmente estamos estudiando para ello, es ser perfectos al 100% e intentar saber un poco de todo para que los niños, se sientan y muestren ganas de mejorar todas las competencias lingüísticas.



Y es que la creación literaria es igual de importante que la motivación a la lectura. Los niños aprenden a expresarse y son capaces de sorprender.
Por ello, todo maestro debe de sacar un poco de tiempo para poner en práctica con ellos cosas como estas.




            

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